17 de noviembre de 2007

Chemical Happiness


Después de dos noches intentando infructíferamente estudiar fruticultura -qué palabra más adecuada-, con la cabeza llena de recuerdos del fin de semana y con todas las ganas de seguir saltando y gritando como una enajenada frente a dos ingleses poniendo las canciones más bailables del mundo, decidí que esto ya no podía seguir así. O aislaba un poco toda la emoción explosiva que me abordaba cada vez que recordaba el fin de semana o simplemente me iba a seguir yendo mal en las pruebas de fin de semestre. Por lo que el “We are the night” de los Chemical se fue del winamp de mi computador y de las carpetas de mi pendrive, así de drástica. Pero hoy, al llegar al trabajo y no tener con quien hablar ni ganas de seguir buscando información del maldito trabajo de Corea se me ocurrió buscar en youtube más videos de Chemical. Cuando llegué a uno de Burst Generator tomado desde cierta distancia del escenario y vi esa explosión irresistible de luces y los gritos de la gente, las manos alzadas y la música como salida a presión de los parlantes, me dieron ganas –aunque suene mamón- de ponerme a llorar. Es que aún no puedo salir de esa felicidad asfixiante que me dejó ver a Chemical Brothers en vivo –sí, felicidad asfixiante, de esa que por más que quieras pensar en algo triste o dejar de sonreír cuando viajas en el metro, no puedes- como si mi mente siguiera ahí, en primera fila, viendo a los Chemical pasearse por el escenario, más desenvueltos que antes, más cariñosos que antes, como si dos veces tocando en Chile los hiciera sentirse como en casa, estamos aquí otra vez, dándoles el mejor orgasmo de sus vidas fucking groupies!!

Cada vez que voy a un concierto quedo algo afectada por esta felicidad avasalladora. Unas veces más que otras, claro, y cada vez tengo una leve tendencia a pensar “éste sí que fue un buen concierto”. Si tuviera que elegir el mejor de mi vida me quedo sin palabras. Pues todos han sido increíbles –menos Placebo- aunque por fidelidad debo decir que el mejor de mi vida fue Smashing Pumpkins en el 98’, pero ahora, cuando sólo ha pasado una semana del concierto de Chemical Brothers en Chile y yo aún no puedo salir de ese estado mental estúpido y aletargante que me acompaña hasta en las pruebas y en las somníferas clases de Loyola, creo tener una cierta certeza cuando pienso que éste –sin contar a Smashing porque mi amor por ellos es demasiado grande- fue el mejor recital de mi vida.

Me siento incapaz de pensar en otra cosa. Sobretodo ahora que no puedo dejar de escuchar Burst Generator y trato –por Dios que trato- de no ponerme a bailar en mi puesto de trabajo. No sé, Chemical es insoportablemente feliz, y no puedo no serlo cuando escucho Sunshine Underground, siento que mi vida es increíble, que haber tenido la suerte de ver a los Chemical dos veces en primera fila me convierte en algo así como la felicidad hecha ser humano –sin mencionar el show de Björk al día siguiente y la fuga heroica desde cancha a vip- y que mis días ahora son como una película con Sunshine Underground y Star guitar como banda sonora.


http://es.youtube.com/watch?v=xPZiFJh93SA

Así es mi vida ahora. Así es como esa canción. Como ese video.