No siento nada corriendo por el cuerpo, ni la garganta. No siento nada. Es como quemarse y morirse sin dejar de respirar, como un tiempo demasiado largo que hiere sin tocar. Mis ideas están en silencio. El odio, la pena, juegan a las cartas en mi cabeza y yo me quedo callada porque mis ideas están en silencio. Mi corazón está en silencio. Me volveré un pedazo de tiempo que ya no va a pasar, la fracción que no existió, que se perdió. Yo guardo esas imágenes, y el silencio, porque no siento nada.